La llegada del siluro a la Albufera fue intencionada según la conselleria
Medio Ambiente cree que es imposible que el pez cruzara desde el Júcar hasta el punto en que fue localizado
Las posibilidades de que un siluro de un año de vida, como los dos ejemplares localizados, haya cruzado kilómetros de canalizaciones desde la cuenca del Júcar hacia la red de acequias del lago de la Albufera, sorteando todas las zonas de pesca sin ser detectado en ningún momento son, según los expertos, muy escasas.
Su aparición en dos de los extremos del parque natural, sin ninguna conexión entre sí, como son la zona de El Brossar de Albal y l’Alteró en El Palmar refuerzan las tesis de que la llegada del siluro no ha sido fruto de la casualidad.
Fuentes de Medio Ambiente apuntan que la llegada de esta especie invasora al parque natural se debe a la mano del hombre por la dificultad de que los ejemplares hayan cruzado tanta distancia sin quedar atrapados o ser detectados. La misma teoría sostienen otros expertos consultados próximos al parque natural. Precisamente, tal y como ha podido saber LAS PROVINCIAS, un informe elaborado por la Confederación Hidrográfica del Júcar (CJH) hace poco más de un mes descartó la presencia de esta especie exótica en la zona protegida.
El informe refleja el resultado de las prospecciones realizadas por la Confederación sobre la biomasa de especies piscícolas existentes actualmente en el lago. Aparecieron otras especies invasoras como el percasol. Pero del siluro, ni rastro.
Agró también considera que esta especie alóctona ha llegado hasta el parque natural de forma artificial. Pero, ¿cuál podría ser el motivo para introducir una especie exótica depredadora en la Albufera?. Los expertos apuntan, en principio, a la pesca deportiva.
Y es que el siluro es una de las especies que mayor tamaño puede alcanzar en sus hasta 80 años de vida. Ejemplares de dos metros de largo han sido capturados en esta modalidad. De hecho, según las mismas fuentes, esta problemática se trató en la reunión de urgencia mantenida entre técnicos de Conselleria y las cofradías de pescadores a raíz del primer hallazgo de siluro. Se apuntó la posibilidad de prohibir la pesca deportiva, medida que las cofradías rechazaron por considerar que esta práctica también tiene sus beneficios en el lago.
En un tanque
De momento, el segundo ejemplar de siluro permanece vivo en un tanque a la espera de ser sometido a nuevas pruebas tras un primer examen morfométrico. Los técnicos del Servicio de Espacios Naturales y Biodiversidad de la Conselleria de Medio Ambiente han certificado que se trata de un siluro y no un pez gato por el número de barbillones o bigotes que tiene, ya que el siluro cuenta con tres pares (dos largos en la mandíbula superior y cuatro en la inferior más pequeños) y el pez gato tiene ocho barbillones en total (cuatro en la parte superior y cuatro en la inferior).
Este pez de 40 centímetros llegó al centro «un poco atontado pero el veterinario ha certificado que no está enfermo ni presenta ningún otro problema. Al ser carnívoro, se le está alimentando con alevines de carpa». El animal será sacrificado para poder realizarle una necropsia completa que aportará más datos, como el contenido estomacal, por ejemplo, que arrojará pistas sobre lo que pudo comer el animal en su trayecto hacia el lago.
Las prospecciones, tanto de los técnicos de biodiversidad del parque como de las cofradías de pescadores de Catarroja, Silla y El Palmar, continuarán tal y como estaba previsto en un principio, hasta el lunes, fecha en la que se cumplirán los diez días fijados.
El rastreo en busca de esta especie exótica cuenta con batidas diarias de pescadores y técnicos en 30 puntos diferentes del entorno del parque natural, especialmente en las acequias, las canalizaciones por donde se concentra el riesgo de entrada de este tipo de especies. El siluro es una especie invasora y depredadora que puede alterar la biodiversidad de la zona en la que se asienta por su capacidad para capturar alevines. En el mes de junio su actividad aumenta y es el momento en el que resulta más fácil capturarlo, ya que en la temporada invernal se aletarga.
FUENTE:Las Provincias
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