Más de cien redes y zonas de muestreo buscan cercar al siluro en la Albufera
Personal del Parque Natural de la Albufera, miembros de las tres cofradías de pescadores (El Palmar, Silla y Catarroja) y técnicos del Servicio de Caza y Pesca y Biodiversidad de la Conselleria de Infraestructuras fijaron ayer, en una reunión de urgencia, el ‘cerco’ que, a partir de la próxima semana, tratará de sitiar al siluro.
El hallazgo de un tercer ejemplar de esta especie exótica invasora ha devuelto la preocupación a los gestores del parque natural que ayer, mapa en mano, ubicaban y redistribuían puntos de muestreo para controlar «el mayor número posible de zonas de la Albufera. Va a estar minada de redes».
Más de un centenar de mallas y puestos, entre fijos y ambulantes, junto a una treintena de mornells (puntos de pesca tradicionales del lago para capturar anguilas) formarán parte de este dispositivo de control. «Si hay más ejemplares de siluro, los cazaremos en alguno de estos dispositivos». A los enclaves de pesca tradicionales fijos se sumarán otros de ubicación variable que ayudarán a peinar el humedal en plena campaña de pesca. La Cofradía de El Palmar tendrá repartidos 65 puestos; 33 de ellos fijos y el resto, ambulantes.
El dato que más intriga a los expertos es cómo y cuándo llegó este ejemplar de siluro, el más grande de los localizados hasta la fecha. El jueves fuentes del Consell apuntaban que podía tratarse de un ejemplar «del grupo de los introducidos en primavera» y que ha estado alimentándose en el lago durante la temporada estival.
Otra teoría apuntada es que a causa de las lluvias, «por la parte de la Ribera y desde el Júcar, las aguas lo hayan podido traer a través de las fuertes corrientes». Los 33 puestos fijos de El Palmar ofrecerán datos hasta su retirada, en el mes de febrero. «Se irán comprobando periodicamente, cada dos o tres días, para poder estar al tanto de todo lo que se captura».
Hay más
A este mapa de control se añaden las zonas habituales de pesca utilizadas por las cofradías de Catarroja y Silla, ya que carecen de puntos fijos. Los pescadores no habían echado todavía sus redes tras el parón del verano pero este hallazgo acelera el proceso. Están convencidos de que «si hay un siluro, habrá más».
Desde la cofradía de Catarroja tampoco se descarta que el ejemplar haya podido llegar de forma natural al lago. «No sería de extrañar que con las fuertes lluvias y las compuertas abiertas hubiera entrado proveniente de otras aguas pero ahora es tremendamente difícil saberlo con exactitud».
FUENTE DE LA NOTICIA: www.lasprovincias.es
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